27 febrero 2007

La mala suerte

Ayer, cuando volvió Karin a casa me contó la desgracia de una compañera de trabajo. Se ve que a su mejor amiga se le había acabado la leche y el pan para desayunar, así que cogió el coche y fue a la gasolinera más cercana para comprar estos productos.

Cuando salió del coche se dio cuenta de que la tienda de la gasolinera estaba siendo víctima de un robo, ella reaccionó tirándose al suelo. Cuando los tres tipos salieron de la tienda, arma en mano y con un guarda como rehén, dispararon al aire varias veces.

La verdad es que chica tuvo suerte, podría haber sido fatal. Una de las balas perdidas le alcanzó en la parte superior de la pierna izquierda, nada serio según los médicos. Pero otras dos balas dieron a escasos centímetros al lado de su cabeza. Sin embargo resulta que está embarazada de semanas, así que los doctores no han querido operar y deberá vivir el resto del embarazo con la bala en el cuerpo, bonito recuerdo. Me pregunto que se le irá antes: el pánico del recuerdo o la bala.

Los ladrones escaparon a toda velocidad con el botín abandonando detrás una 9mm., un rifle AK-47 y a una mujer tendida en el suelo, eran las 9:35 de la mañana. Según el periódico de hoy, aun no se ha hecho ninguna detención.

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