Buscando su carro

Claro, ahora Karin tiene curro, es decir, necesita un coche para ir a trabajar (porque no es plan de que coja los taxis de los que os he hablado antes). De hecho aun lo va a necesitar más que yo. Hicimos la prueba cuando tuvo la segunda entrevista, era a las 9 de la mañana. Salimos de casa a las 7:30 y sin coger mucho tráfico llegamos a las 8:30, un buen trozo. Yo, sin embargo, tardo 20 minutos con tráfico.

Después de buscar por Internet varios coches elegimos 4 ó 5 y fuimos a visitarlos. El primero un Honda Civic del 99. El anuncio decía que había sido robado y recuperado. Cuando llegamos al sitio en cuestión, después de cruzar toda la ciudad (45 Km.) nos abre la puerta un tipo que parecía salido de las juventudes hitlerianas. El coche tenía 2 números de bastidor, dos números gravados en el motor y el número de identificación del coche no correspondía con el de los papeles. Además el asiento se movía y le faltaban la radio y varios tornillos de la carrocería.

El segundo era un Honda Ballade del 99 y según decía el propietario estaba en perfecto estado ya que había sido conducido por dos viejas desde el principio y sólo contaba con 160.000 Km. Así que cruzamos la ciudad, esta vez en sentido contrario (40 Km.) y nada más llegar nos fijamos en el cartel que colgaba de la puerta.

Nos abrió la puerta un hombre de unos 50 años con pantalones cortos y camiseta de tirantes. Con unas maneras un tanto extrañas, no sé como describirlo. El cuentakilómetros leía 275.000 km. así que le pregunté por ello y me responde que el coche está muy bien (pero no me habías dicho 160.000 kms., y además, dónde están las dos viejas, eh?!?!). Lo vamos a probar y hacía ruidos extraños. Ah! y por cierto, el perro era más bien un caniche.

Los otros dos coches que fuimos a visitar tampoco cumplían los requisitos mínimos de buen estado, así que aquí estamos, esperando que nos salga algún chollo para ir a visitarlo y comprarlo de una vez. De momento mañana (lunes) tendré que llevarla yo antes de ir a trabajar, con lo que me tendré que levantar a las 6 de la mañana. Ya veis la prisa que me corre.