En un post previo hablé de la reserva natural de Krugersdorp. Bueno, pues al lado del Kruger Park es como una gota en el océano. Para que os hagáis una idea este parque tiene la extensión de Israel y está totalmente cerrado. En su interior se encuentran en total libertad los “Big Five” (león, elefante, leopardo, rinoceronte y búfalo), además de otros animales.
Así que aprovechando la visita de Pedro y Xavi decidimos ir a pasar unos días en un safari tent en el Lower Sabie, uno de los campamentos dentro del parque.
Después de levantarnos a las cinco de la mañana y recorrer los 600 kms. que separan Johannesburgo del parque, entramos en el Kruger dirección al campamento. Durante este trayecto ya pudimos ver manadas de impalas, monos, jirafas y familias de elefantes cruzando la carretera.
Esa misma tarde reservamos un safari de noche y uno de amanecer a primera hora del día siguiente. Te montan en un camión tipo visita turística pero adaptado para safari, proveen a unos cuantos con focos (en el caso del safari nocturno) y mientras conducen te van diciendo donde tienes que ir mirando. Destacable el ojo clínico de uno de los turistas que detectó a un camaleón agarrado a una rama durante el safari nocturno. Todos pensamos que se estaba quedando con nosotros cuando hizo parar y retroceder al camión. Cuando señaló el bicho, aun tarde unos segundos en verlo. Y los guías, que mientras conducían, te decían: “veis ahí? A unos 5 Km.? Hay una jirafa comiendo de la copa de un árbol”. Pues menos mal que Xavi tuvo la magnífica idea de traer lo prismáticos, que sino…
La salida del sol en la sabana es una de las más bonitas y gratificantes, ya que sin sol hace un frío del carajo. A esa hora es cuando más posibilidades tienes de ver bichos y fue precisamente cuando vimos a un par de rinocerontes enfrentados tipo esa hembra es mía (aunque no estaba presente). El baile consiste en un par de pasitos palante y otro par patrás. O aquel león reposando al lado de un arbusto, guardando la caza del día anterior ante la mirada acechante de los buitres y las hienas.
Tras el safari matutino y después de comer algo decidimos salir con los coches para volver donde se encontraba el león y poderlo ver mejor. Pero el tiempo no acompañó mucho y nos pilló una tormenta que apunto estuvimos de quedarnos atrapados en un camino de barro. Al menos pudimos traernos un poco del Kruger a Johannesburgo.
Pero sin lugar a dudas lo más bestia de los tres días en el Kruger fue lo que, como no podía ser de otra manera, le paso a Xavi. Pero como lo quiero apoyar con material gráfico y esta todo inmortalizado en su cámara de video me esperaré a otro post para explicarlo.
Así que aprovechando la visita de Pedro y Xavi decidimos ir a pasar unos días en un safari tent en el Lower Sabie, uno de los campamentos dentro del parque.
Después de levantarnos a las cinco de la mañana y recorrer los 600 kms. que separan Johannesburgo del parque, entramos en el Kruger dirección al campamento. Durante este trayecto ya pudimos ver manadas de impalas, monos, jirafas y familias de elefantes cruzando la carretera.
Esa misma tarde reservamos un safari de noche y uno de amanecer a primera hora del día siguiente. Te montan en un camión tipo visita turística pero adaptado para safari, proveen a unos cuantos con focos (en el caso del safari nocturno) y mientras conducen te van diciendo donde tienes que ir mirando. Destacable el ojo clínico de uno de los turistas que detectó a un camaleón agarrado a una rama durante el safari nocturno. Todos pensamos que se estaba quedando con nosotros cuando hizo parar y retroceder al camión. Cuando señaló el bicho, aun tarde unos segundos en verlo. Y los guías, que mientras conducían, te decían: “veis ahí? A unos 5 Km.? Hay una jirafa comiendo de la copa de un árbol”. Pues menos mal que Xavi tuvo la magnífica idea de traer lo prismáticos, que sino…
La salida del sol en la sabana es una de las más bonitas y gratificantes, ya que sin sol hace un frío del carajo. A esa hora es cuando más posibilidades tienes de ver bichos y fue precisamente cuando vimos a un par de rinocerontes enfrentados tipo esa hembra es mía (aunque no estaba presente). El baile consiste en un par de pasitos palante y otro par patrás. O aquel león reposando al lado de un arbusto, guardando la caza del día anterior ante la mirada acechante de los buitres y las hienas.
Tras el safari matutino y después de comer algo decidimos salir con los coches para volver donde se encontraba el león y poderlo ver mejor. Pero el tiempo no acompañó mucho y nos pilló una tormenta que apunto estuvimos de quedarnos atrapados en un camino de barro. Al menos pudimos traernos un poco del Kruger a Johannesburgo.
Pero sin lugar a dudas lo más bestia de los tres días en el Kruger fue lo que, como no podía ser de otra manera, le paso a Xavi. Pero como lo quiero apoyar con material gráfico y esta todo inmortalizado en su cámara de video me esperaré a otro post para explicarlo.
2 comentarios:
Ya te iba a echar la bronca por no actualizar, jeje. Pero te han salvado los elefantes.
Que impresión qué impresión qué impresión! tio, estás en otro mundo completamente.... Viva tu beca!
Y yo siempre me acuerdo de ti cuando voy al ACUD. Si finalmente nos encontramos aquí los becarios, iremos en tu honor!! :)
Muchas gracias Iggena, tomaros una Heffeweizen a mi salud.
Creo que tendremos que organizar un meeting de becarios del hemisferio sur para no ser menos.
Salud!
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